Batallas
Batallas que eventualmente enfrentaron los dominicanos para mantener su independencia.
Batalla Fuente del Rodeo (13 de marzo de 1844)
Batalla Cabeza de Las Marías (18 de marzo de 1844)
Batalla del 19 de marzo (19 de marzo de 1844)
Batalla del 30 de marzo (30 de marzo de 1844)
Batalla de El Memiso (13 de abril de 1844)
Batalla de Tortuguero (15 de abril de 1844)
Batalla de Cachimán (17 de junio de 1845)
Batalla de La Estrelleta (17 de septiembre de 1845)
Batalla de Beller (27 de octubre de 1845)
Batalla de El Número (17 de abril de 1849)
Batalla de Las Carreras (21 de abril 1849)
Batalla de Santomé (22 de diciembre de 1855)
Batalla de Cambronal (22 de diciembre de 1855)
Batalla de Sabana Larga (24 de enero de 1856)
La Batalla de Fuente del Rodeo fue el primer encuentro armado entre la República Dominicana y Haití con el fin de defender la reciente independencia dominicana del dominio haitiano. Se libró el 13 de marzo de 1844 en la provincia de Bahoruco. El ejército dominicano estaba dirigido por el general Fernando Tavera y el ejército haitiano, que superaba en cantidad al dominicano, estaba al mando del comandante y presidente Charles Rivière-Hérard.
El plan de invasión de Hérard consistía en el envío de tres columnas que sumaban un total de 20.000 soldados.1 La primera, capitaneada por Jean-Louis Pierrot, iría por el norte contra Puerto Plata y Santiago de los Caballeros. La segunda, comandada por el presidente en persona, buscaba conquistar San Juan de la Maguana y Azua de Compostela. La tercera y última, dirigida por el general Agustin Souffront, marcharía hacia Neiba.
Su objetivo era dividir a las fuerzas dominicanas. Tomarían Neiba y luego las columnas de Hérard y Pierrot se unirían para atacar Azua. Los defensores, mucho menos numerosos, se habían hecho fuertes en una serie de puntos estratégicos del país. Produciéndose el primer enfrentamiento en fuerte del Rodeo, que consistió en un ataque sorpresa contra una columna haitiana, posicionada en Las Marías.2 Los dominicanos iban a la batalla con piedras, cuchillos, machetes, lanzas, garrotes y fusiles.})
La Batalla de Cabeza de Las Marías y Las Hicoteas fueron unos de los primeros combates militares para mantener la independencia dominicana y se libraron el 18 de marzo de 1844, en Cabeza de Las Marías, cerca de Neyba, provincia Bahoruco; y Las Hicoteas, cerca de Azua de Compostela, provincia de Azua. Tropas dominicanas, una parte del ejército del sur, dirigidas por el general Manuel de Regla Mota, se encontró con una fuerza del ejército haitiano que superaba los 10.000 soldados, encabezados por el general Souffrand, a consecuencia de lo cual De Regla Mota se vio obligado a huir hacia Azua de Compostela.
La Batalla del 19 de marzo o Batalla de Azua fue la primera gran batalla en defensa de la independencia dominicana y se libró el 19 de marzo de 1844, en Azua. Una fuerza de 2.000 soldados dominicanos, una parte del ejército del sur, dirigidos por el general Pedro Santana, derrotaron a 10.000 soldados del ejército haitiano encabezados por el general Souffrand.
Luego de declarada la independencia dominicana, el presidente haitiano Charles Hérard organizó su ejército con 30.000 hombres. Dicho ejército fue dividido en tres flancos para penetrar en la nación recién proclamada: el primero estaba al mando del General Pierret con 10.000 hombres, que entrarían por el norte y tomarían Santiago y Puerto Plata. El segundo estaba dirigido por el propio Hérard y pretendía tomar Azua y San Juan de la Maguana, y el tercero, dirigido por Souffront, debía entrar por Neyba. El 19 de marzo de 1844 se produjo en Azua con el enfrentamiento de las tropas dominicanas lideradas por el general Pedro Santana y las tropas haitianas encabezadas por el Presidente haitiano, Charles Hérard Ainé. Esta justa implicó el inicio del afianzamiento de las ideas de independencia que se pusieron de manifiesto en el trabucazo del 27 de febrero de 1844. Con la división del ejército haitiano Hérard pretendía unir la columna del sur con la del norte para atacar a Azua, pero las tropas dominicanas, dirigidas por Fernando Taveras, Vicente Noble y Dionisio Reyes, atacan las fuerzas del General Broum que estaban posicionadas en las Marías, desarrollándose el primer combate en la Fuente de Rodeo.
Por otro lado, las tropas del General Suffrond avanzan hacia Azua, enfrentándose en el Paso de la Hicotea con los dominicanos comandados por Manuel Mora. Las tropas de Hérard pasan por los Jovillos persiguiendo a Luis Álvarez, pero las tropas dominicanas del General Lucas Díaz, apostadas en el Paso del Jura, atacaron al ejército haitiano.
Al entrar las tropas haitianas a San Juan son enfrentadas por Francisco Soñé, Lucas Díaz, Jean E. Ceara y José Del C. García, desalojándolas del río Jura. El mismo día 19 las fuerzas del jefe haitiano Tomás Héctor entran en Azua y la encuentran desierta, pero el ataque es rechazado por los dominicanos. Los haitianos atacan por el camino de Los Conucos. Allí fueron enfrentados por Matías de Vargas, José Leger y Feliciano Martínez.
En la comunidad El Barro, el ejército haitiano combate contra las tropas de Duvergé, y luego son enfrentados por Nicolás Mañón en el Cerro de Resolí. El ataque provocó la huida de los invasores de nuevo hacia el río Jura. El día 19 los dominicanos se retiran a Sabana Buey.
Los soldados de Souffront son detenidos en La Hicotea; reinician su marcha el día 20 para unirse a las tropas de Herrad. Esta memorable batalla se inició a las 7:30 de la mañana.
¿Cómo estaba organizado el ejército dominicano en la batalla del 19 de marzo? El 19 de marzo las tropas dominicanas estaban posicionadas en puntos estratégicos en la ciudad de Azua. Estaban conformadas por 2,500 soldados, entre los que había hateros y monteros, que formaban el ejército de Pedro Santana. Entre estos soldados se hallaban jóvenes azuanos que habían sido entrenados por Antonio Duvergé y Francisco Soñé.
Las tropas criollas estaban repartidas entre El Camino del Barro, donde se encontraba la fusilería azuana comandada por el capitán Vicente Noble; en La Loma de Resolí, 200 hombres al mando de Nicolás Mañón; en el centro de la villa había dos cañones, uno manejado por Francisco Soñé y otro por José del Carmen García. Camino a Los Conucos y Las Clavelinas se encontraba una fuerza de artillería comandada por Matías de Vargas, José Leger y Federico Martínez. El 19 de marzo en la mañana, el General Hérard organizaba su ejército con el fin de atacar a las tropas dominicanas, pero los dominicanos atacaron a los haitianos que avanzaban por El Camino de los Conucos.
Este ataque fue rechazado por el cañón de Francisco Soñé, la fusilería de Lucas Díaz, Jean E. Ceara y José Del C. García. Desalojando el río Jura, el mismo día 19 las tropas del jefe haitiano Tomás Héctor entran en Azua y el ataque es rechazado por los dominicanos. <sc
La Batalla del 30 de Marzo o Batalla de Santiago fue la segunda batalla posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 30 de marzo de 1844, en Santiago. En esta batalla, el general José María Imbert, al mando de una parte del ejército del norte, derrotó al general Jean-Louis Pierrot, quien comandaba las tropas del ejército haitiano en una relación numérica superior a su favor.
Historial[editar]
Después de haber sido derrotados en la Batalla del 19 de marzo, primera batalla después de la independencia dominicana, los haitianos volvieron a invadir la recién creada nación dominicana.
Antes de iniciar la batalla en Santiago, los dominicanos se aprestaron a realizar preparativos consistentes en obtener dinero para la compra de armas. Con la asistencia de Ramón Matías Mella y Pedro de Mena, se lograron donativos de muchas personas pudientes de Santo Domingo. En Santiago, personajes como Ciprián Mallol, Juan Luis Bidó, Ramón Bidó y otros dominicanos también se unieron a la causa.
Comenzaron a llegar refuerzos a Santiago desde Baní al mando del coronel Ramón Santana. El General Francisco Antonio Salcedo avanzó hasta Talanquera y Escalante con el propósito de contener el avance militar haitiano hacia Santiago. Este militar estableció su cuartel general en Escalante, cerca de Guayubín, Montecristi. Las tropas de Pierrot avanzaron rápidamente y éste tomó a Dajabón el 23 de marzo de 1844
El 27 de marzo de 1844, el general y comandante de operaciones en Santiago, José María Imbert, fue llamado por la Junta de Gobierno dominicano con el propósito de que organizara el contrataque a los haitianos.
Imbert atrincheró la ciudad, construyó fosos y tomó precauciones importantes para ganar una batalla. Se hizo acompañar de los oficiales Pedro Eugenio Pelletier, Achille Michel, Ángel Reyes, Ramón Franco Bidó, José Nicolás Gómez, Fernando Valerio López, José M. López, Lorenzo Mieses, Dionisio Mieses, Toribio Ramírez, Marcos Trinidad López, entre otros.
El 27 de marzo, el general haitiano Pierrot dividió sus tropas. Se acercó a la ciudad de Santiago de los Caballeros con más de 2,000 soldados en cada columna. Antes del amanecer, las tropas invasoras se atrincheraron en Gurabito. Después de haber cruzado el río Yaque del Norte y de atrincherarse, el ala derecha se dirigió hacia el camino de La Herradura,y todos los haitiano
El 30 de marzo, los haitianos atacaron y fueron embestidos por el general José María Imbert en el fuerte "Dios, Patria y Libertad" frente a la sabana de Santiago de los Caballeros. Los haitianos contraatacaron y fueron rechazados por la artillería dominicana y la fusilería de Fernando Valerio. El ejército haitiano lanzó un ataque desesperado y fue vencido con los cañones del fuerte "Dios, Patria y Libertad" y por la infantería de Fernando Valerio López. El ejército de Jean-Louis Pierrot se vio obligado a retroceder, dándole la victoria al ejército dominicano liderado por José María Imbert.
La Batalla de El Memiso fue la tercera batalla más importante de la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 13 de abril de 1844 en El Memiso, Azua. Tropas dominicanas, una parte del ejército del sur, dirigidas por el general Antonio Duvergé, derrotó a una fuerza superior del ejército haitiano al mando del coronel Pierre Paul.
La batalla[editar]
Después de varios días inactivos en Azua, parten de esta ciudad dos regimientos de línea: el 4º, comandado por el Coronel Pierre Paul, y el 5º, mandado por el coronel'Auguste Brouard. Para evitar un encuentro frontal con las fuerzas que tenía el general Pedro Santana en Sabana Buey, Baní, las tropas haitianas siguen el camino de El Maniel (actual San José de Ocoa), bordeando las montañas de El Número y Lomas de Rincón en Azua, en la margen occidental del Río Ocoa.
Las tropas dominicanas hostigan las haitianas y las conducen hacia los desfiladeros de la sección El Pinar de El Maniel. El 13 de abril de 1844, las tropas haitianas son interceptadas en el lugar conocido como El Memiso, en donde los dominicanos, a falta de pertrechos, tuvieron que valerse hasta de derrumbe de peñascos, obligando a los haitianos a retroceder de nuevo hacia Azua. Esta vez, los haitianos tuvieron un momento de triunfo, quedándose con toda la región y con los puestos estratégicos bajo su absoluto dominio. Más tarde ese mismo día, los dominicanos zarpan desde la caleta Agua de la Estancia, en las costas de Baní, en las goletas Separación Dominicana, María Chica y San José, tres de los primeros buques de guerra adquiridos por las Fuerzas Armadas Dominicanas, el primero bajo el mando del coronel Juan Bautista Cambiaso, el segundo capitaneado por el comandante Juan Bautista Maggiolo y el tercero comandado por Ramón Portugués (también conocido como El Portugués). Su misión era acercarse al puerto de Azua para interceptar varios buques de guerra haitianos que poco antes habían llegado al puerto con refuerzos y reaprovisionamientos para las tropas del presidente Charles Rivière-Hérard. Los haitianos fueron obligados a retroceder, dando pie a la primera batalla naval entre Haití y la República Dominicana.
La Batalla de Tortuguero fue la primera batalla naval de la Guerra por la Independencia Dominicana y se libró el 15 de abril de 1844 en Puerto Tortuguero, Azua. Una fuerza de 3 goletas dominicanas, dirigidas por el comandante Juan Bautista Cambiaso, derrotó a 3 buques de la Armada Haitiana. Aunque fue un combate menor, determinó la supremacía naval de la República Dominicana sobre Haití hasta el final de la guerra. Terminada esta batalla, nació la Marina de Guerra Dominicana.
1 Preludio
2 La batalla
3 Consecuencias
4 Enlaces externos
Preludio
El 31 de marzo de 1844, el almirante francés De Moges a bordo de la fragata La Neréide dio voz de alarma de que una flotilla de barcos haitianos se encontraban asaltando las costas de la Bahía de Ocoa y transportaban suministros para el ejército haitiano que había sitiado la provincia de Azua. De Moges recomendó al presidente de la Junta Central Gubernativa, Tomas Bobadilla y Briones, que ordenara que todas las embarcaciones de Santo Domingo fuesen preparadas para la guerra. Los conscriptos para la nueva armada recién creada se reunieron en la Puerta de la Misericordia. Entre ellos estaban Juan Alejandro Acosta, José Antonio Sanabia, Joaquín Orta, Teodoro Ariza, Pedro Tomás Garrido y Fermín González.
Juan Alejandro Acosta junto con algunos mercantes lograron armar dos goletas. Acosta recibió la goleta Eleonore (rebautizada como San José) de manos del comerciante británico Abraham Cohen y fue seguido por el mercante italiano Juan Bautista Maggiolo, quien recibió la goleta María Chica de manos de los mercantes catalanes José y Francisco Ginebra. Las dos goletas, San José y María Chica, zarparon rumbo a la localidad de Aguas de la Estancia, Baní, para reunirse con Juan Bautista Cambiaso, otro mercante italiano.
La Batalla de Cachimán fue una de las libradas contra los haitianos para conseguir la Independencia de la República Dominicana. Tuvo lugar en la zona fronteriza del país, entre la hoy provincia de Elías Piña y Veledero, Haití. En esta batalla salió vencedora la República Dominicana, sellando aún más la identidad del país como nación naciente.
Esta batalla se produjo durante el mes de abril en 1845, cuando el entonces presidente haitiano Philippe Guerrier, por lo que es sucedido por el general Jean-Louis Pierrot, quien decía "voz en cuello que la isla era indivisible, por lo que pedía de los dominicanos integrarse con Haití para que se formara una sola nación". Obviamente, los dominicanos habían decidido ser libres e independientes ante cualquier potencia extranjera para siempre, por lo que se comprometieron a sostener y enarbolar la naciente nación dominicana proclamada la noche del 27 de febrero de 1844.
El principal protagonista de esta gesta fue el General Antonio Duvergé, el cual movilizó sus tropas en horas de la mañana. Duvergé las dividió en tres columnas, la primera al mando del General Felipe Alfau, quien partió primero a ese punto porque su recorrido era mayor, y debía cortar la retirada al enemigo con un movimiento envolvente por el sur. El segundo contingente dominicano iba dirigido por el Coronel Francisco Pimentel, disponía de piezas de artillería y debía atacar a los haitianos de manera frontal. El tercer comando estaba a las órdenes del General Duvergé, quien había decidido enfrentarse a las tropas haitianas por la derecha.
«En estas circunstancias el general Duvergé, posesionado con sus tropas del cuartel del Cachimán, conquistado por las tropas victoriosas dominicana, cuando las horas marcaban a las 8:00 de la noche, envió el 17 de abril de 1849 al Presidente, general Pedro Santana, un parte oficial en el que dio a conocer: “hemos tomado al fuerte de Cachimán»
La Batalla de La Estrelleta fue uno de los grandes combates de la República Dominicana después de la declaración de Independencia Nacional. Esta batalla, conocida como La Estrelleta, fue librada el 17 de septiembre de 1845 en la parte fronteriza de República Dominicana y Haití, hoy la provincia Elías Piña. En esta batalla, nuevamente el país vio el desempeño del pueblo y de las fuerzas armadas, al mando del general José Joaquín Puello, poniendo nuevamente la bandera dominicana y los sentimientos patrióticos del pueblo por todo lo alto.
En esa contienda, el general José Joaquín Puello y una porción de la armada del sur, liderada por el general Antonio Duvergé, lograron vencer de manera convincente a las tropas del país vecino, Haití, comandadas por el general Jean-Louis Pierrot, quienes pretendían reagruparse para embestir de nuevo el país, es decir, volver a controlar la reciente nación. El general Puello contó con el apoyo de los coroneles Bernardino Pérez y Valentín Alcántara.
Cuentan relatos de que uno de los combatientes dominicanos vio venir a unos d los de las tropas enemigas y tomando el asta de la bandera salto cortando en 2 al enemigo.
La batalla de Beller tuvo lugar el 27 de octubre de 1845 en el Cerro de Beller, en la ciudad de Dajabón, en la parte noroeste del país y estuvo a cargo del general Francisco Antonio Salcedo. Esta batalla consistió en la liberación del país del dominio haitiano, la cual ha sido reconocida en la historia dominicana como una de las batallas más encarnizadas y de corta duración.
En el lugar donde se produjo el combate, el general haitiano Seraphin había construido un fuerte amurallado al que denominó "El Invencible". Estaba rodeado de trincheras y fortificaciones menores por todos los flancos, colocándose la artillería en un promontorio aparentemente inaccesible para las tropas dominicanas.
Sin embargo, el entonces presidente y jefe máximo del ejército dominicano, Pedro Santana, envió a las tropas dominicanas a combatir hasta la muerte, si era necesario, contra las fuerzas haitianas, pero las tropas regulares del Cibao tenían otro objetivo más, que era desalojar a los haitianos del territorio nacional dominicano.
El general Salcedo confió su misión al coronel Pedro Eugenio Pelletier. También mandó una pieza de artillería con el capitán Benito Martínez y tropas de Puerto Plata y de la Línea Noroeste. El ala izquierda estuvo al mando de los tenientes coroneles José Silva y Andrés Tolentino, con otra pieza de artillería a cargo del teniente coronel José María López. En la parte central se hallaban las tropas de Santiago, Moca y La Vega, ambos batallones a las órdenes del coronel Nicolás Gómez y el teniente coronel Lorenzo Mieses.
La caballería armada fue dividida en dos grupos o secciones, una parte al mando del coronel José Mayol y del teniente coronel Juan Luis Pinero, respectivamente, mientras que los generales Franciso Antonio Salcedo y José María Imbert asumieron la dirección general de las operaciones de la batalla de Beller, desde la parte central.
Las tropas haitianas, desde sus centros de mando, dieron su respuesta también a los dominicanos, abriendo fuego y causando algunas bajas simultáneas en las tres columnas. Sin embargo, una vez ubicadas las posiciones de las tropas haitianas y los principales blancos de ataque, los dominicanos, guiados por los lugareños de la región, volvieron a la carga con más precisión y tesón, avanzando rápidamente las tropas del coronel Pelletier.
Los tenientes coroneles Tolentino y Silva, por su parte, con otra pieza de artillería a cargo del teniente coronel José María López, al centro y los regimientos tercero de Santiago, Moca y La Vega atacaron con toda furia a las tropas haitianas, convirtiéndose la arena de la lucha en una sangrienta plaza.
El momento más importante con el cual se decidió la batalla, fue cuando el general Salcedo avanzó impetuosamente con sus tropas, dándole aún más respaldo al ejército nacional dominicano. De inmediato, todos los dominicanos en una sola voz gritaron por los cuatros vientos "Viva la República Dominicana" y derribaron el fuerte llamado El Invencible.
Las tropas dominicanas vencieron a los haitianos, y de inmediato recogieron todos los fusiles, numerosas cajas de pertrechos de guerra y otras provisiones más de los haitianos. Las fuerzas haitianas dirigidas por los generales Denis, Hilaire y Mitil, se vieron obligadas a retirarse del territorio dominicano, aceptando su derrota y el triunfo de los dominicanos.
Un hecho importante que también favoreció a las tropas dominicanas, fue el bombardeo marítimo a Haití, a cargo del comandante Juan Bautista Cambiaso, quien penetró hasta Bayajá o Fort Liberté y provocó que las tropas haitianas creyeran que habían sido bombardeadas por la Marina de Guerra Dominicana.
La Batalla de El Número fue un importante enfrentamiento militar librado durante los años posteriores a la independencia dominicana, el 17 de abril de 1849, cerca de Azua de Compostela. Entre tropas dominicanas, una parte del ejército del Sur, dirigidas por el general Antonio Duvergé, encontró una fuerza que excedía en número a las tropas dominicanas con 15.000 soldados del ejército haitiano dirigidos por el general Jean Francois Jeannot, enviados por el emperador Faustino I de Haití (Faustin Soulouque) a reconquistar el oeste de La Española.
La Batalla de Las Carreras fue una de las grandes batallas durante los años posteriores a la Guerra de la Independencia Dominicana y se libró el 21 de abril de 1849, cerca de Baní, provincia de Peravia. Tropas dominicanas, una parte del ejército del sur, dirigidas por el general Pedro Santana, derrotó a una fuerza del ejército haitiano que superaba en número al dominicano, encabezado por el emperador Faustin Soulouque.
La batalla se efectuó el 22 de diciembre de 1855, en la Sabana de Santomé en San Juan de la Maguana, entre el ejército invasor haitiano comandado por el Emperador Faustin Solouque y el ejército dominicano al mando del general José María Cabral.
El emperador Solouque invadió el territorio dominicano con más de 12.000 hombres armados, bajo el pretexto de impedir que la parte Este fuera anexionada a los Estados Unidos, una nación esclavista, como pretendía el entonces presidente de la naciente República el General Pedro Santana. Una parte los combatientes haitianos entraron por Neyba, otros por los lados del municipio de Enriquillo, Barahona. Las tropas haitinas eran comandadas por el General Antoine Pierrot, a quien el emperador Soulouque había investido con el título noble de Duque de Tiburón.
Por otra parte, las tropas dominicanas estaban comandadas por el General José María Cabral. El ejército se había dividido de la siguiente manera: por el ala derecha se extendía por Hato del Padre, el ala izquierda por Chalona y el centro se extendía por Arroyo Loro. El ejército dominicano estaba compuesto por 4.500 hombres.
Integraban el ejército de San Juan los regimientos Ozama y Azua, con dos batallones de Las Matas, San Juan, San Cristóbal e Higüey, compuestas muchas compañías por tropas de San José de Ocoa, Monte Plata, Bayaguana, Boyá y Los Llanos. La caballería estaba formada por soldados de casi todos esos lugares y de Santo Domingo. (Serie 012, 2004-2006)2
En esta batalla sobresalieron por las tropas dominicanas el Gral. José María Cabral, Coronel Eusebio Puello, Gral. Juan Contreras, Gral. Modesto Díaz, Gral. Benardino Pérez, Coronel José Leger, Gral. José María Pérez Contreras, Blas Maldonado, Sandoval, Gral. Santiago Suero, Gral. Aniceto Ramírez, Sargento Juan Vélez, Juan Ciriaco Fofá.
Tras varios días de combate y con posibilidades de que las tropas haitianas salieran victoriosas de esa contienda, los resultados fueron otros, ya que una vez más los dominicanos pudieron ganarles a los haitianos, dejando sellada la naciente República Dominicana y truncando los sueños del emperador haitiano Souloque.
La Batalla de Cambronal se libró cerca de Neiba el 22 de diciembre de 1855 y fue uno de los combates sostenidos por militares dominicanos contra invasores haitianos para mantener la independencia de la recién creada nación. El general Francisco Sosa se enfrentó y derrotó a un batallón del ejército haitiano liderado por el general Pierre Rivere Garat, el duque de Leogane.
Las batallas de Sabana Larga y de Jácuba fueron los últimos y decisivos encuentros armados que sostuvieron dominicanos y haitianos para poner fin a casi 12 años de conflictos después de la independencia dominicana. La primera se libró el 24 de enero de 1856 en Sabana Larga, Dajabón. Tropas dominicanas del ejército del norte, dirigidas por el general Juan Luis Franco Bidó, derrotaron a una fuerza del ejército haitiano al mando del emperador haitiano Faustino I. Otra parte del ejército haitiano se atrincheró en Jácuba, cerca de Puerto Plata, pero fueron vencidos por los generales Pedro Florentino y Lucas Peña, poniendo fin a las invasiones haitianas en territorio dominicano.
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